La empresa siderúrgica Acindar, perteneciente al grupo internacional ArcelorMittal, paralizó el 85% de su planta en Villa Constitución, Santa Fe, y suspendió a más de 500 trabajadores durante más de una semana. Esta medida, de gran impacto en la región, se extenderá desde el 26 de julio hasta el 4 de agosto, en un contexto marcado por la profunda crisis económica nacional.
La decisión fue tomada por ArcelorMittal, que ya analiza replicar la misma estrategia en otras cuatro plantas del país, como parte de una política de ajuste ante la caída de la demanda. Según el medio local La Capital, las principales causas de esta paralización son la baja del consumo interno y el aumento de las importaciones, especialmente desde China, que presionan al sector siderúrgico argentino.
Si bien la empresa había anticipado que podría haber pausas productivas, esta vez la medida fue más drástica. Se aplicó en sectores completos de la planta, generando preocupación entre los trabajadores y gremios de la región.
Producción a la baja y sectores en crisis Durante todo 2024 y el primer semestre de 2025, Acindar operó con apenas el 50% de su capacidad instalada, lo que derivó en una abrupta caída de su producción anual. En 2023 la compañía produjo 1,2 millones de toneladas de acero, mientras que en 2024 apenas alcanzó las 600 mil toneladas.
Esta merma se vincula directamente con la contracción de dos sectores estratégicos para el acero: la industria, que cayó un 12,4%, y la construcción, que se desplomó un 19,5% en lo que va del año. Ambos sectores reflejan la recesión generalizada que afecta a gran parte de la economía argentina.
En diálogo con Radio UNR, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, Pablo González Piparra, expresó su preocupación: “Esto responde a la caída de la producción y las ventas. La empresa aplica suspensiones a compañeros y esperamos que esto cambie, porque se vienen tiempos difíciles y pronto pueden llegar los despidos”.
Críticas y malestar sindical Las repercusiones políticas no se hicieron esperar. Desde sectores opositores, hubo fuertes críticas al gobierno nacional por su inacción. La diputada Florencia Carignano denunció en redes sociales: “No es noticia, porque a los gobiernos de Javier Milei y Maximiliano Pullaro no les conviene que se sepa, pero Acindar está paralizada desde el 26 de julio al 4 de agosto, y esto implica que hay 500 trabajadores suspendidos. Tiene un excedente mensual entre 15.000 y 20.000 toneladas de acero y eso que está funcionando con un solo horno. Discutan boludeces y digan que la pobreza bajó, pero está todo paralizado en este país. No hay consumo. Y no te lo cuenta nadie por que no quieren que se sepa”.
Carignano también cuestionó al intendente local, señalando: “Esto pasa en Villa Constitución, provincia de Santa Fe, donde el intendente jugó en la última elección para Pullaro, el radical con peluca y rodilleras que le vota todo a Milei. Hay manera de frenar esto. En octubre no tiene que ingresar un solo diputado de ellos al Congreso”. El mensaje fue rápidamente replicado por la UOM local, lo que evidencia una creciente tensión política y sindical.
Esta no es la primera vez que Acindar detiene su producción este año. Según diario Uno de Santa Fe, meses atrás ya había paralizado cuatro plantas en el país por una caída de ventas de entre el 35% y el 40%, otorgando entonces vacaciones y francos compensatorios atrasados a sus empleados.
Estrategia de ajuste y reducción de personal En marzo, el propio Facundo Velasco, director de Relaciones Institucionales del grupo, admitió públicamente: “Tenemos en claro que lo principal en este momento es generar un diagnóstico de la situación, el cual nos lleva, en el corto plazo, a tratar de ajustar los niveles de producción a este nuevo nivel de actividad, y eso implica, que vamos a estar parando todas las instalaciones en marzo. Las fechas se están por terminar de cerrar, pero a partir del 18 vamos a hacer una parada en todas las instalaciones”.
Actualmente, ArcelorMittal Acindar opera en cinco plantas en Argentina: Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes, bajo un sistema de “producción intermitente”, que busca equilibrar la actividad con la demanda. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica.
En noviembre de 2023, la empresa contaba con 1.230 empleados propios. Hoy, esa cifra descendió a 930 trabajadores, como consecuencia de retiros voluntarios y finalización de contratos. |