Norberto Galasso: "No se puede gobernar contra el pueblo durante mucho tiempo"
 Home Regístrese



Contenido
Home
Portada
Actualidad
Gobierno
Paraná
Nacionales

Referecia
_
Contáctenos


Municipalidad de Parana

 
Norberto Galasso: "No se puede gobernar contra el pueblo durante mucho tiempo"
 
Ver imagen El investigador analiza que el poder económico, político y judicial falló en querer sacar de la cancha a CFK y que, lejos de eso, la puso en el centro de la escena política.

 Envíenos su consulta o comentario. |  Enviar esta noticia por email Recomendar esta noticia
Fecha:21/07/2025 8:40:00 
Texto completo de la noticia  
 
Reducir Ampliar

El historiador Norberto Galasso se sube al balcón de los acontecimientos producidos luego de la proscripción de la líder política más importante del país. “Al gobierno le salió mal la jugada. Porque creían que al impedir que Cristina se expresara, impedían el contacto con las bases populares. En realidad, ocurrió lo contrario. Al intentar sacarla de la cancha, la pusieron en el medio de la cancha y la convirtieron en la celebridad de esa semana”, expresa en una entrevista de PáginaI12.

Es autor de libros fundamentales en los que se destacan los dos tomos de Historia de la Argentina: desde los pueblos originarios hasta el tiempo de los Kirchner, donde realiza una rigurosa descripción de las diversas corrientes historiográficas, como también los indispensables dos tomos sobre Perón, publicados en 2005. Otra de sus obras destacadas es Seamos libres y lo demás no importa nada, sobre el libertador San Martín. También lo es el libro escrito junto Alfredo Ferraresi, Historia de los trabajadores argentinos (1857-2018). Tiene publicados más de sesenta libros el más reciente, El “Gringo” Carlos Pellegrini. Biografía de un industrialista en tiempos liberales, que escribió junto a Mara Espasande.


Galasso cumplirá 89 años el 28 de julio. Si algo le molesta más que los dolores de la vejez es no poder andar, movilizarse todo lo que quisiera para poner el cuerpo en los lugares donde el pueblo lo requiere. Pero su voz pausada, serena y reflexiva siguen siendo un gran aporte. Está convencido de que la jugada del poder político-judicial y mediático que decretó la proscripción política de Cristina no advirtió que su operar espurio traería un fortalecimiento de su figura. “Un resurgimiento de tal manera, que esa Cristina que estaba en cierto sentido retraída, se convierte en la figura que junta a una multitud y transforma sus apariciones en el balcón en acontecimientos que hasta ese momento no se producían”.

Para el historiador, está claro que “el intento de sacarla de la política la coloca en el centro de la política”. En su análisis dice que eso no solamente descolocó a los que tejieron la treta política, mediática y judicial para proscribirla, sino a quienes --como había definido Cristina-- son de la agrupación “Voy por la mía”. En ese sentido señala: “Eso da lugar, incluso, a que aquellos dirigentes peronistas que jugaban la personal, empiezan a comprender que aquí no se juega la personal, aquí se juega el movimiento nacional y popular. Para que pueda dar la batalla como en los viejos tiempos, y se convierta en una verdadera oposición, que casi no existía”.

Hay un despertar, que lo evidencia Galasso en “el pueblo que está ansioso de escuchar a Cristina. Cuando marca los errores, que no son errores, es una política errada, conservadora y reaccionaria, antipopular que lleva adelante Milei y la banda de forajidos que juegan cada vez más a generar riquezas y llevarlas al exterior a sus cuentas, aumentando la injusticia entre los sectores sociales, dando lugar a una minoría cada vez más rica y una población que no llega a fin de mes. A poder consumir. El consumo cae totalmente, se desploma y, creo yo, se reflejará en las urnas”.

Manifiesta que lo que sucede con ese amor y clamor popular que se produce con Cristina, con esa espera masiva de quienes quieren escucharla, “guarda cierta similitud con el exilio de Perón. Si a Perón algunos sectores le criticaban muchísimas cosas, cuando se dieron cuenta de que querían más que desplazar a Perón era detener los avances sociales y económicos logrados, mucha gente comenzó a pensar, darse cuenta, que los opositores querían volver al período conservador, a la década infame. No molestaba Perón, molestaba los avances en materia social y la serie de cambios que se produjeron desde 1945 en adelante”.

Eso llevó a que esos sectores minoritarios pensaran que “empujándolo a Perón a Europa terminaban con Perón. Y lo que sucedió es que después de 17 años, Perón volvió y lo hizo con un porcentaje electoral muy alto. Porque muchos entendían que, si bien podían criticarle cosas a Perón, lo fundamental era que la oposición era perjuicio para las mayorías populares”. Esa similitud está presente con lo que sucede con Cristina, evalúa Galasso. “Hay una reacción de parte de la sociedad que comienza a darse cuenta quiénes perjudican a las mayorías y quiénes las benefician”.

Hay un aprendizaje de quienes se dieron cuenta luego de lo que Perón había logrado con ellos y que “era necesario, en todo caso, corregir algunas limitaciones que tuviera el peronismo y no desplazarlo, reemplazarlo, por gente que cree que está como a principios de siglo y pretenden imponer las 12 horas en lugar de las 8 de trabajo eliminar las moratorias jubilatorias. Es decir, desean frenar los avances sociales logrados por el peronismo. Y esto es lo que hoy también sucede y produce que cuando habla Cristina, no estando en el poder, se genere una especie de cadena nacional, porque hay mucho interés en escuchar su voz y su oposición a la política reaccionaria, en todos los aspectos, llevada a cabo por el gobierno de Milei”.

La voz de Cristina
Norberto Galasso considera que “Cristina se constituye en portavoz de los reclamos, las críticas del hombre común, del trabajado que ve que no le alcanza del jubilado, que el día 10 consumió su mísera jubilación. Entonces, mientras estas cuestiones no le interesan a la clase aristocrática, a los grandes grupos concentrados de la economía, dado que sus intereses giran en el valor del dólar y la posibilidad de girar dinero al exterior (donde acumulan sumas importantísimas), ella está hablando de lo que le interesa a la gente”. Por eso “la escuchan, por eso aumenta el rating, porque aborda los temas que son los temas de todos los días, lo que le preocupa al ama de casa cuando va al mercado y se encuentra que en pocas compras se diluyó los ingresos de ella y de su esposo para mantener la familia”.

De esa manera, Galasso evalúa que Cristina “retoma el papel fundamental de la política, que es interpretar las necesidades y los reclamos de las mayorías populares y no insultar ni agredir como es a lo que se dedica el Presidente de la Nación y sus cómplices”. La figura de Cristina, para el historiador, “se hará cada vez más representativa, va a ir creciendo a medida que se agudicen los problemas, haciendo cada vez más difícil la sobrevivencia”. Cree que eso es lo que no comprenden desde el poder económico y los sectores de poder que sostienen a Milei, “porque su mirada de la política es una mirada que se realiza desde lo alto, desde aquellos que solamente están pensando traer un auto importado de la mejor clase, sin pensar que el hombre común antes del día 20, se le agotaron sus ingresos”.

La verdadera grieta “no la crea Perón ni la crea el kirchnerismo. Ha venido desde lejos y ha sido superada a medias, por Yrigoyen, por eso también lo desplazaron y lo quisieron alejar de la conexión con las mayorías”, sostiene Galasso. Cree que ahora vuelve a repetirse con Cristina. Pero considera que “no puede hacerse por mucho tiempo, porque finalmente la gente comprende claramente que se la está engañando”. La realidad es una, y hay otra disfrazada “en los discursos de los periodistas ensobrados, como dice Milei, que tratan de convencer de otra cosa, sin lograrlo por supuesto”. Eso, analiza, puede tener efecto por cierto tiempo, pero advierte que “ese tiempo se está agotando”. No es futurología, lo evidencia “en las manifestaciones que están copando las calles del centro, de las provincias y de la Capital”.

El qué y el cómo
Cristina no solamente habla bien claro para esa mayoría que está padeciendo los ajustes que Milei concreta, sino que se detiene a pensar la razón de los verdaderos problemas que tiene el país, como son la economía bimonetaria y el estrangulamiento a través del endeudamiento con el FMI. Es decir, CFK sabe qué problemas tenemos y cómo abordarlos. Galasso, que escribió y trabajó sobre el tema deuda externa, entiende que el problema del país fue “que vivió mucho tiempo con una minoría adinerada que tiraba manteca al techo a Europa y un pueblo de ingresos reducidos. Lo que logra el peronismo de 1945 es transformarlo. Por eso Perón realiza un acto tomando como bandera fundamental la independencia económica, desentendiéndose de todo endeudamiento. Llegando al punto clave que fue el pago de los endeudamientos de gobiernos conservadores”.

Sabiendo cómo reaccionó Perón para lograr la trasformación, teniendo independencia económica, “no es casualidad, que Néstor Kirchner, en un avance fundamental, haya realizado el pago al Fondo Monetario en sus primeros tiempos de gobierno. Y no es tampoco casualidad que Cristina considere que la Argentina debe ser libre. Tener libertad económica para poder hacer la política que beneficie a los sectores populares”, expresa Galasso y la coloca como la dirigente diferente del resto. Con sabiduría de qué hace, porque lo hizo.

El historiador define que gobernar es “liberar a los pueblos. No encadenarlos a los intereses de los países desarrollados que impiden que los llamados subdesarrollados puedan avanzar. Es fundamental entender que la democracia no es democracia realmente si hay unas diferencias sociales abismales en la población”. Es en ese sentido “que la libertad de elegir, junto con la libertad económica, le permita al hombre común, al argentino común, tener la suficiente posibilidad con sus ingresos de trabajar para que su familia viva mejor, que le permita un ascenso social, para también utilizar una parte de su vida para gozar de los demás derechos, como viajar, acceder a la cultura, todos los cambios notorios, derechos logrados durante el peronismo”.

Hoy está a la vista que. al no existir libertad económica por el encadenamiento del endeudamiento externo, lo que hay es recorte y restricción de derechos. “Esto hace que el conservadurismo quiera cerrar el Instituto del Teatro, quiera hacer languidecer los hospitales o se desentienda de los problemas de los discapacitados”. Eso que está ocurriendo “es todo lo contrario de lo que preocupaba a gobiernos como el de Cristina”, expresa. “Es una diferencia de para quién se gobierna. Ellos desean, con este gobierno, que las mayorías no tengan ni aspiren a una distribución equitativa de la riqueza. Quieren que tengan un 10 o 15 por ciento del PBI y que la minoría pueda volver a gozar de los lujos a costa del pueblo”.

Norberto Galasso dice que, pese a su edad y su pila de años defendiendo la causa nacional y popular, cree que hay que seguir el camino de aquellos de los cuales escribió y considera de gran capacidad e inteligencia, como la tuvo Arturo Jauretche, John William Cooke, Juan José Hernández Arregui, Manuel Ugarte. “Grandes figuras que acompañaron a Perón y a Evita, pero que también acompañaron a Néstor y Cristina”. Dice, que “a pesar de las dificultades de los años, que van debilitando el organismo, mantengo firmemente las banderas de la liberación nacional, de la unidad latinoamericana. Y de los derechos fundamentales que tienen los trabajadores, que son los que hacen la patria día a día”.

Norberto Galasso cita a Enrique Santos Discépolo, que sostenía que “el tiempo se venga siempre. Y no nos permite mantener la vitalidad de otras épocas”. En este caso, “la impotencia de no poder participar en las manifestaciones duele. Porque uno se indigna frente a las vilezas que se escuchan por los hombres que están en el gobierno. Se indigna en cómo son apaleados los jubilados. En cómo las amas de casa tienen que hacer esfuerzos para poder llegar alcanzar un consumo digno para su familia”.

Todo eso, cuenta que “lo ponen muy mal a uno. Más allá de las deficiencias del organismo que ya no responde. A pesar de eso, uno sigue sabiendo que los cambios fundamentales, como lo fueron en 1916, con la llegada de Yrigoyen al poder, los del 17 de octubre del ‘45, los del Cordobazo y los de la aparición del pueblo en la escena de 2001, son el camino”. Galasso está convencido de “que la mayor parte de los argentinos sabe cuál es el camino. Que a veces se puede confundir. Pero esa confusión es por un breve tiempo. No se puede gobernar contra el pueblo de manera persistente durante mucho tiempo. Porque las mentiras se agotan y la verdad triunfa finalmente”.

Tiene esperanza de que en el menor tiempo posible se produzcan los cambios necesarios. “Porque hay mucha hambre. Mucho sufrimiento. Mucha gente que la pasa mal. Son esos gobiernos lo que eluden dar los datos estadísticos de los suicidios”. Recuerda que “en determinado momento, uno de esos gobiernos prohibió que se difundieran los suicidios. Porque es tal la indignidad y la explotación, la pérdida de derechos de los sectores populares, que se producen esos acontecimientos terribles, que prefieren no seguir viviendo si ve que están gobernando contra él”. Reflexiona que eso “tarde o temprano explota y se producen los cambios que restablecen que el pueblo es el soberano”.

Galasso concluye expresando estar convencido de que lo sucedido tras la proscripción de Cristina "son los primeros indicios de que hay un replanteo fundamental de parte de los sectores populares que ya no se dejan engañar y van a tomar el camino de siempre”. Y ese camino es el “de la liberación, de la unidad de América Latina y de los derechos del pueblo, que son intocables. De ninguna manera los derechos adquiridos podrán ser arrebatados por las minorías aristocráticas. Por ese camino andamos, mantengamos la esperanza y la unidad. Los cambios serán inevitables y espero se produzcan lo antes posible”.
 Home
www.lambdasi.com.ar
E-mail
y reciba periódicamente nuestras últimas novedades...






Senado baner

El Pingo

Agmer central
ATE