El Sena vuelve a ser apto para nadar: cuáles son los puntos habilitados | |
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Después de décadas de contaminación y múltiples intentos fallidos, París volvió a habilitar la inmersión en el emblemático río Sena. Desde el 5 de julio hasta el 31 de agosto, vecinos y turistas podrán refrescarse gratis en tres zonas especialmente acondicionadas en el corazón de la ciudad, una de ellas junto a la Torre Eiffel.
La iniciativa no solo busca recuperar una tradición histórica, sino también demostrar que, tras una fuerte inversión, el Sena ya está lo suficientemente limpio como para nadar sin riesgo.
Dónde y cómo bañarse en el Sena Las tres zonas habilitadas se encuentran en:
El puerto de Grenelle (cerca de la Torre Eiffel) Frente al parque de Bercy Al costado de la isla Saint-Louis El espacio más grande puede recibir hasta 700 personas al mismo tiempo, mientras que los otros dos tienen una capacidad de 150 cada uno. En total, el aforo ronda las 1.000 personas por día, con un equipo permanente de 16 socorristas para garantizar la seguridad.
Además de vestuarios y señalización, los puntos cuentan con análisis diarios del agua, que determinan si es segura para el baño.
Una inversión de más de 1.400 millones de euros Para que el río estuviera en condiciones de ser usado como balneario urbano, el Estado francés y la alcaldía de París invirtieron más de 1.400 millones de euros desde 2016. Ese presupuesto permitió:
Corregir conexiones indebidas al sistema de alcantarillado Modernizar plantas de tratamiento de residuos Construir un embalse de control en Austerlitz para evitar desbordes "La calidad del agua cumple con la normativa europea. Si autorizamos el baño, es porque no hay riesgo", aseguró Pierre Rabadan, teniente de alcalde y responsable del Sena.
¿Está realmente limpio el Sena? La pregunta no es menor. Durante los preparativos de los Juegos Olímpicos de París 2024, varias pruebas debieron ser canceladas o reprogramadas por la detección de Escherichia coli y enterococos, dos bacterias fecales. Incluso, algunos atletas sufrieron infecciones y debieron abandonar la competencia.
Por eso, cada día se toman muestras en las tres zonas abiertas al público. El baño solo se permite si los análisis confirman que los niveles están dentro de los límites establecidos por la Unión Europea.
Otro factor a considerar es el clima. Si hay lluvias intensas, se suspende el acceso por riesgo de crecidas o arrastre de residuos.
De la prohibición al renacimiento Bañarse en el Sena no siempre fue algo excepcional. Desde el siglo XVII y hasta bien entrado el siglo XX, era una práctica común. Pero en 1923 se prohibió oficialmente por el aumento del tráfico fluvial y la contaminación industrial. Aun así, los parisinos siguieron zambulléndose hasta los años 60.
Hoy, con temperaturas que superan los 35°C durante el verano europeo y una ciudad repleta de turistas, el Sena vuelve a ser una alternativa de recreación urbana.
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