El nuevo paquete fiscal republicano que está bajo debate en el Senado de Estados Unidos podría elevar el déficit nacional en más de 3 billones de dólares para 2034, según estimaciones oficiales. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) publicó este domingo un informe clave que alimenta la polémica entre el Senado y la Casa Blanca por el impacto económico del ambicioso paquete de políticas fiscales internas impulsado por Donald Trump, denominado informalmente como la “gran y hermosa ley”.
El organismo independiente calculó que el proyecto, en su forma actual, agregaría unos 3,3 billones de dólares al déficit federal en los próximos diez años. Esta nueva proyección supera la estimación previa de 2,8 billones de dólares (2,4 billones de euros) elaborada en mayo tras la aprobación de la ley en la Cámara de Representantes.
Desde la administración Biden, sin embargo, las cifras son radicalmente distintas. La Casa Blanca sostiene que la iniciativa reducirá el déficit en más de 11 billones de dólares gracias al crecimiento económico esperado, la baja del gasto público discrecional, ingresos por aranceles y un menor pago de intereses de deuda.
¿Qué implica este proyecto? El paquete en cuestión forma parte de una estrategia fiscal de alto impacto que busca recuperar el protagonismo de las políticas trumpistas antes de las elecciones de noviembre. Incluye rebajas de impuestos a empresas, modificaciones al impuesto sobre la renta y ajustes en beneficios fiscales, con especial foco en el sector energético, industrial y tecnológico.
La votación preliminar en el Senado, realizada esta madrugada, se aprobó por estrecho margen: 51 a 49. Dos senadores republicanos (Thom Tillis de Carolina del Norte y Rand Paul de Kentucky) sorprendieron al votar junto a los demócratas, permitiendo así el inicio del debate parlamentario.
El plan recuerda a la reforma tributaria impulsada por Trump en 2017, que recortó impuestos por más de 1,5 billones de dólares y generó también un fuerte aumento del déficit, pese a las promesas de que se financiaría con mayor crecimiento.
Desde entonces, el endeudamiento estadounidense ha crecido a niveles récord, acelerado por los paquetes de estímulo post-pandemia. En paralelo, la deuda nacional superó los 34 billones de dólares en 2024, según datos del Departamento del Tesoro.
Ahora, la urgencia del expresidente por avanzar en esta nueva versión se alinea con la campaña electoral. Trump busca que el proyecto se apruebe el próximo 4 de julio, Día de la Independencia, como símbolo de una nueva etapa económica bajo su influencia.
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