La oleada de ataques lanzada en la madrugada de este viernes por el Ejército de Israel contra distintos puntos de Irán ha acabado con la vida del jefe de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC, por sus siglas en inglés), el general Hosein Salami, entre otras autoridades, unas acciones que han dejado hasta el momentos al menos nueve muertos y más de un centenar de heridos y la destrucción parcial de varias instalaciones nucleares.
La llamada Operación León Creciente ordenada por el gobierno israelí contó sin dudas con el apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que posteó en su red social Truth que “le di a Irán una y otra vez la oportunidad de llegar a un acuerdo. Les dije, con la mayor firmeza, que «simplemente lo hicieran», pero por mucho que lo intentaran, por muy cerca que estuvieran, simplemente no pudieron lograrlo”.
La IRGC confirmó la muerte de Salami en un mensaje recogido por la agencia de noticias IRNA, poco después de que el portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Abolfazl Shekarchi, hubiera declarado al mismo medio que «varios comandantes han sido martirizados» y haya asegurado que Israel «pagará un gran precio» por los ataques.
«No hay motivo para preocuparse en el país, y el régimen sionista y Estados Unidos pagarán un alto precio y recibirán una fuerte bofetada», afirmó el portavoz, denunciando que «se han atacado zonas residenciales, lo que es una señal de la humillación del enemigo, que no puede hacer frente al país».
De manera inmediata surgieron mensajes de condena al ataque y pedidos de desescalar la inminente guerra. Uno de los primeros fue la monarquía saudita, a través del canciller Faisal bin Farhan, que mantuvo una entrevista con su par iraní, Abbas Araghchi.
Múltiples medios iraníes, entre ellos la agencia de noticias IRNA, confirmaron además la muerte del jefe del Ejército iraní, Mohamad Baqeri, si bien no han especificado en qué localidad se encontraba cuando fue víctima de los ataques israelíes.
Otras víctimas de los bombardeos son el comandante de la compañía de ingeniería de la Guardia Revolucionaria, Gholamali Rashid el presidente de la universidad islámica Azad, Mohamad Tehranchi y el exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Fereydoon Abbasi.
Las muertes trascendieron tras registrarse explosiones en las instalaciones nucleares de Natanz, en el centro del país y a unos 300 kilómetros al sur de Teherán, que también se ha visto afectada –obligando a las autoridades aeroportuarias a suspender hasta nuevo aviso todos los vuelos con salida o destino al aeropuerto Imán Jomeini–, así como en Tabriz y Jandab, ambas en el noroeste del país, y Jorramabad, en el sudoeste.
Netanyahu promete más ataques Previamente, el Ejército de Israel anunció en su cuenta de X que había bombardeado «docenas de objetivos militares de Irán» en «diferentes áreas» del país, como parte de la primera fase de una operación contra el programa nuclear iraní.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaronlos bombardeos porque «hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear», lo que «representa una amenaza existencial para Israel y el mundo en general».
«El Estado de Israel no tiene otra opción que cumplir con la obligación de actuar en defensa de sus ciudadanos y continuará haciéndolo en todos los lugares donde se le requiera, como lo hemos hecho en el pasado», han agregado, al tiempo que han ordenado a su población suspender toda actividad no esencial.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un discurso en vídeo difundido en X que la operación militar «continuará durante tantos días como sea necesario para eliminar la amenaza» iraní y ha asegurado que «nunca más» –un lema con el que los judíos denuncian el Holocausto– «es ahora».
El mandatario informó de que el ataque golepó al programa nuclear iraní – que tendría «suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar nueve bombas atómicas»-, «a los principales científicos» presuntamente involucrados en una supuesta bomba nuclear y a su «programa de misiles balísticos».
Durante su intervención, ha agradecido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «su liderazgo a la hora de hacer frente al programa de armas nucleares de Irán», si bien el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha negado la implicación de Washington en los ataques, asegurando que forman parte de una «acción unilateral» de su aliado en Oriente Próximo.
Israel se prepara Mientras, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró «inmediatamente el estado de emergencia» en todo el territorio del país, un anuncio que ha hecho tras reunirse con altos mandos militares «horas antes del inicio de la Operación ‘Am Kalavi’ en Irán».
«Tras el ataque preventivo del Estado de Israel contra Irán, se espera en un futuro inmediato un ataque con misiles y aviones no tripulados contra el Estado de Israel y su población civil», ha explicado en una nota difundida por su oficina.
Por su parte, el jefe de personal de las FDI, Eyal Zamir, ha aseverado que el país está «en un punto de no retorno» en el que «no se puede permitir esperar a otro momento para actuar».
«Llevamos mucho tiempo preparando esta operación», ha afirmado, añadiendo que el Ejército está «movilizando a decenas de miles de soldados». Además, Zamir ha prevenido a la población israelí de una posible respuesta iraní, advirtiendo de que «el número de víctimas será diferente al que estamos acostumbrados».
Los ataques llegan horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya sugerido este jueves una actuación similar a pocos días de la fecha para una nueva ronda de contactos entre las delegaciones iraní y estadounidense en la capital de Omán, Mascate, sobre el programa nuclear de Teherán.
«No quiero decir que sea inminente, pero parece que es algo que muy bien podría suceder. Es muy simple, no complicado: Irán no puede tener un arma nuclear», indicó el magnate republicano en declaraciones a la prensa desde Washington. |