A un mes del inicio del escándalo por la comercialización de fentanilo contaminado, las víctimas siguen acumulándose en la causa judicial que involucra a los laboratorios HLB y Ramallo. Este opiáceo, que había sido administrado a pacientes internados en distintas provincias del país, está en el centro de un proceso judicial que busca esclarecer las responsabilidades detrás de la tragedia. Lejos de la cifra inicial de 9 fallecidos, la Justicia ya contabiliza al menos 38 muertes, aunque algunas fuentes, como el caso de Balcarce, elevan esa cifra a 39. Además, se encuentran en estudio otros 37 casos de personas que resultaron afectadas por las bacterias infiltradas en el fármaco, de las cuales 22 contrajeron las infecciones y 15 permanecen como “casos sospechosos”.
En medio de esta situación, los avances de la investigación judicial parecen señalar una serie de alertas que se habían emitido con anterioridad, aunque no se tomaron las medidas necesarias para evitar la tragedia. Esos alertas provenían de la ANMAT, el organismo encargado de regular los medicamentos en el país. Según las investigaciones realizadas por el Instituto ANLIS-Malbrán, los laboratorios HLB y Ramallo comercializaron fentanilo contaminado con no una, sino tres diferentes bacterias. Este hecho fue confirmado tras un análisis exhaustivo que arrojó resultados alarmantes en el marco de la causa penal que tramita en el Juzgado Federal Nº3.
A pesar de las alertas emitidas por la ANMAT y las deficiencias constatadas en los laboratorios involucrados, el panorama judicial aún está lejos de tener culpables definitivos. Por el momento, las muertes están siendo investigadas bajo una hipótesis que aún requiere una batería de pruebas suficientes para establecer un vínculo causal entre el fentanilo contaminado y las víctimas fatales. En este contexto, la cuarta semana de investigación parece dejar en claro que existen certezas que ya nadie discute.
Alertas previas a la tragedia De acuerdo con fuentes judiciales, el origen de este escándalo no es tan reciente. Para entender lo ocurrido, hay que remontarse a los primeros meses de 2024, e incluso a años previos. El hecho de que las muertes por fentanilo contaminado se hayan concretado en la actualidad no es un accidente, sino que fue preanunciado por varios informes y alertas, que al parecer no fueron tomadas lo suficientemente en cuenta. La ANMAT había emitido diversas advertencias durante los últimos años sobre los inconvenientes en la trazabilidad de los medicamentos producidos por los laboratorios HLB y Ramallo. La trazabilidad es un proceso crucial que permite seguir el "paso a paso" de la producción y distribución de medicamentos, y las fallas en este aspecto podrían haber permitido que el fentanilo contaminado llegara a los pacientes.
De igual forma, las deficiencias en las “buenas prácticas de fabricación” fueron otra de las críticas que la ANMAT había señalado en repetidas ocasiones. La falta de control en la producción y distribución de medicamentos es un factor que, en este caso, podría haber sido determinante en la introducción de las bacterias en los lotes de fentanilo que terminaron en hospitales y sanatorios de varias provincias.
Por más que los laboratorios involucrados enfrentan una creciente presión judicial, señalar responsables aún no es una tarea fácil. Cada caso de fallecimiento está siendo examinado cuidadosamente, y establecer un nexo causal entre el fentanilo y las muertes requiere pruebas sólidas que aún están siendo recolectadas. Mientras tanto, los frentes de investigación siguen avanzando, con una certeza cada vez más clara: la responsabilidad en la tragedia está muy lejos de ser una hipótesis descartada.
La situación en las provincias: Santa Fe, la más afectada El impacto de la tragedia ha sido especialmente grave en la provincia de Santa Fe, donde se registran la mayor cantidad de muertes. Según los últimos datos oficiales de Nación, Santa Fe se lleva la peor parte con al menos 22 fallecimientos confirmados en diversos hospitales de la región. En comparación, otras provincias como Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aunque afectadas, han reportado una cifra menor de víctimas.
En Santa Fe, los hospitales más comprometidos incluyen al Hospital “Dr. José María Cullen”, que cuenta con dos víctimas fatales, y al Hospital de Emergencias “Dr. Clemente Álvarez”, con seis casos confirmados. Otros hospitales en la región, como el Hospital Italiano de Rosario y el Sanatorio Parque, también suman víctimas a esta lamentable estadística. A pesar de que la ministra de Salud de Santa Fe ha sostenido que algunos fallecimientos aún están en evaluación, el número de muertos en la provincia no deja de aumentar, lo que complica aún más la situación para las autoridades sanitarias locales. |