Por qué cada vez hay más picaduras de arañas y mordeduras de serpientes
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Por qué cada vez hay más picaduras de arañas y mordeduras de serpientes
 
Ver imagen En el Boletín Epidemiológico informan aumentos de hasta el 160% respecto a años anteriores. Cómo prevenirlas y qué tener en cuenta. Especialistas piden informarse y no alarmarse.

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Fecha:19/05/2025 8:34:00 
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El Boletín Epidemiológico Nacional es claro: en las primeras 18 semanas de 2025 hubo 3842 reportes de picaduras de escorpiones o alacranes: 66% más que el promedio para esta altura de los años anteriores. También crecieron los registros de picaduras de arañas: 26% más por viudas negras y 14% más de araña del rincón. Lo mismo con accidentes de ofidismo. Se reportó 77% más de mordeduras de yarará, un 81% en serpientes de cascabel y 160% más de corales. ¿Los bichos también se volvieron crueles o hay otros factores que explican este fenómeno?

“Uno de los motivos seguramente es que hay un aumento de estos animales en zonas pobladas. La gente está construyendo donde hasta hace poco eran zonas silvestres y naturales, y no solamente las serpientes sino montones de animales aparecen en las casas porque es su lugar natural (basta recordar a los carpinchos de Nordelta). La que está fuera de lugar es la casa”, analiza Jorge Williams, uno de los herpetólogos más reconocidos del país, encargado del serpentario del zoo platense cuando se inauguró en 1978 y profesor emérito de la Universidad Nacional de La Plata.

Para Claudio Bertonatti, naturalista, museólogo y docente, el incremento de reportes tiene más que ver con que “ahora hay más herramientas, la gente está más informada, sabe adónde recurrir. Estamos más alertas y con más herramientas para comunicarlo y documentarlo”.

El cambio climático
Mal que les pese a los negacionistas del calentamiento global, sus efectos también tienen que ver con el aumento de picaduras y mordeduras de arañas, escorpiones y serpientes. “Creo que mucho tiene que ver con el cambio climático que estamos viviendo. Estamos a mitad de mayo con 24 grados en la noche: los tiempos de actividad de los reptiles, puntualmente las serpientes, se extienden. Hace 30-40 años a esta altura del año hacía más frío y las serpientes estaban escondidas haciendo su hibernación. En cambio, hoy aparecen y coincide con el horario de actividad humana. Eso puede producir más cantidad de accidentes”, plantea Williams, bautizado por un medio platense como «El Señor de las Serpientes». Lo mismo vale para arañas y escorpiones.

También hay cuestiones urbanas. “En las grandes ciudades o pueblos donde los residuos no son bien gestionados, el aumento de cucarachas desde luego genera una mayor oferta de alimento a sus predadores, como las arañas y escorpiones. Lo mismo sucede con las ratas y ratones asociados a los basurales y las serpientes –apunta Bertonatti–. El cambio climático ha generado un corrimiento en la distribución geográfica de muchas especies hacia el sur”.

Pablo Aguirre, biólogo de Zoonosis de Azul, aporta otras cuestiones: “después de la pandemia, la naturaleza se recuperó bastante. Han aparecido animales que eran raros de ver, como gatos monteses”. En cuanto a las serpientes, “las yarará en épocas de sequías se acercan más a los lugares poblados. Mientras tienen agua y alimento, están alejadas”.

A informarse y no alarmarse
“Si hay un accidente ofídico hay que ir al hospital. Con tranquilidad, hidratándose, pero hay que ir, no se puede esperar. No hay que hacer torniquete, al contrario, hay que sacar lo que pueda apretar. No hay que hacer ningún corte, todo lo contrario a lo que se ve en las películas”, describe Aguirre. En lo posible, avisar al centro de salud que la persona mordida está en camino, para que preparen el suero. “El suero es la única solución en el caso de una mordedura de una de estas especies (yarará, cascabeles o corales): no hay otro tratamiento. Además tiene que ir con tratamientos coadyuvantes, siempre debe haber un médico y en lo posible un centro de asistencia porque a veces hay complicaciones”, advierte Williams. En PBA existe el CEPROTOX (Centro Provincial de Toxicología): se puede llamar al 221 6693243.

¿Qué recaudos tomar? En principio, contar con información: “lo ideal es que quien vive en zonas donde existen estas especies sepa cuál es el centro de asistencia anti ponzoñosa o la clínica con suero anti ofídico y de qué especies”. Como medida de precaución general, “lo mejor es evitar el manoseo y el contacto con estos animales, porque es ahí donde se producen los accidentes. En zonas donde habitan hay que tratar de mantener pastos cortos, no tener acumulación de leña, cubiertas o cajas cerca de las casas, porque es donde se esconden”. Recomiendan revisar siempre calzados que se dejen afuera, y recordar que son animales que sólo atacan cuando se ven en peligro, la mayoría prefiere huir o no actuar.

Bertonatti suma un pedido a la especie humana: “la información que circula no debe traducirse en la muerte sistemática de toda araña, escorpión y ofidio que aparezca, porque todos ellos contribuyen a controlar otras especies y, a la vez, son presas de otras. El desafío es estar bien informados, saber reconocer cuáles son las especies para tener cuidado, mantener orden y limpieza en los entornos hogareños, y aprender a convivir con el resto de la biodiversidad, porque después de todo hemos demostrado ser la más peligrosa de las especies”.
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